• Ictericia: Coloración amarilla de la piel por incremento en los niveles de bilirrubinas, generalmente transitoria; cuando se presenta de manera precoz antes de 24 horas o cuando es muy acentuada por incompatibilidad de grupo sanguíneo o de Rh, puede ser de alto riesgo, sobre todo cuando llega a niveles que afectan el cerebro del recién nacido.
  • Prematurez: Todo nacimiento que se presente antes de las 37 semanas de edad gestacional se considera prematuro. Los problemas más frecuentes son la dificultad respiratoria, limitaciones para regular la temperatura corporal, trastornos metabólicos especialmente de la glucosa,  sodio,   calcio y riesgos infecciosos.
  • Dificultad respiratoria: Es la segunda causa de hospitalización de recién nacidos, puede ser transitoria o en el caso de los prematuros por inmadurez pulmonar, puede requerir manejo con un ventilador además de la administración de medicamentos como surfactante pulmonar.
  • Infección neonatal: Cuando se rompen las membranas de manera anticipada, el recién nacido tendrá riesgo de infecciones. En otros casos,  infecciones adquiridas por la madre durante la gestación pueden transmitirse al feto como es el caso de la sífilis,  la rubéola, los virus del herpes, algunas formas de hepatitis y muchas otras formas de infección. Esto resalta la importancia de un adecuado control prenatal para disminuir estos riesgos.
  • Trastornos metabólicos: La hipoglucemia, la hiperglucemia y los trastornos de los principales electrolitos del organismo como el sodio, el potasio  o el calcio son los más frecuentes en recién nacidos, bien  sea por niveles bajos o elevados. Lo importante es su monitoreo frecuente, ya que pueden llegar a ser graves en los casos  extremos e incluso afectar el sistema nervioso central dejando secuelas.